miércoles, 23 de febrero de 2022

Agencia I+D+i CyT para Pymes Innovadoras

  

”Para desarrollarnos tenemos que distribuir trabajo e inversión”, dijo el presidente

El presidente Alberto Fernández dijo este mediodía que “para desarrollarnos no tenemos que distribuir asistencia social, tenemos que distribuir trabajo e inversión. 

Y en los tiempos que vivimos la inversión está ligada indefectiblemente a la ciencia y la tecnología”.

Fue al encabezar en el Edificio “Cero + Infinito” de la UBA en Ciudad Universitaria el acto de presentación del plan de inversiones por alrededor de 15 mil millones de pesos que se impulsará desde la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) durante este año.

“El futuro está en la educación, el conocimiento, en el desarrollo de la ciencia y la tecnología. 

Las sociedades ricas se miden hoy por lo que saben y conocen, y por lo tanto no hay mejor dinero invertido” que en esas áreas, aseguró el mandatario.

“Nosotros, como peronistas que somos, somos desarrollistas. 

A nosotros no nos interesa el crecimiento, nos interesa el desarrollo, son dos cosas distintas”, remarcó acompañado por el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus; el titular de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano; la vocal de dicha institución y vicerrectora de la Universidad de Nacional de Quilmes, Alejandra Zinni, y la presidenta del CONICET Ana Franchi.

El presidente explicó que “lo que necesitamos es hacer que detrás de esos números que muestran crecimiento, venga un desarrollo real de nuestras sociedades, y eso tiene que ver con que no solo invirtamos en la Capital, sino en toda la Argentina”.

Al presentar el plan de inversión que busca impulsar la innovación en la producción nacional, el presidente destacó el rol del Estado en el cuidado de los que más lo necesitan.

“Los que necesitan no son solo los que están atrapados en la pobreza, son también las pequeñas y medianas empresas que pueden producir y dar trabajo, que es lo que a nosotros más nos preocupa”, enfatizó.

El jefe de Estado afirmó que los argentinos y argentinas tenemos “el deber moral de dejar de ser el granero del mundo para tener ciencia, tecnología e industria”.

Además, el Presidente aseguró que la comunidad científica argentina está compuesta por “seres excepcionales” cuya valía quedó demostrada en los tiempos de la pandemia de Covid-19.

Al exponer, el ministro Filmus dijo que “este gobierno viene planteando la centralidad del modelo de desarrollo: si queremos uno que sea inclusivo para todos y todas, hay que generar trabajo y desarrollo productivo, y eso tiene que ver con cambiar la matriz con el aporte de la ciencia y la tecnología”.

El titular de la Agencia I+D+i, Fernando Peirano, detalló que este Plan busca “construir un futuro inclusivo y soberano” que en el año 2022 se va a “reforzar el impulso de nuestra economía y la capacidad de nuestros científicos y científicas movilizando 15 mil millones de pesos para impulsar nuestro sistema de innovación que se van a distribuir en 32 nuevos llamados y convocatorias que se suman a las 42 convocatorias desde diciembre de 2019”.

foto CONICET

Alejandra Zinni, por su parte, realizó una comparación entre diferentes matrices de políticas en el área científica. 

Recordó cuando “un ministro mandaba a lavar los platos” a los investigadores y lo contrastó con “las políticas públicas que fortalecieron el sistema científico tecnológico” “nos pusieron en lo más alto de la ciencia a nivel mundial”.

También formaron parte del evento el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán; la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta; el ministro de Economía, Martín Guzmán; el rector de la UBA, Alberto Barbieri, y el decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de esa casa de altos estudios, Juan Carlos Reboreda, entre otros miembros de la comunidad científica y académica nacional.

En representación del sector productivo participaron del acto el titular de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), Orlando Castellani, y el titular de la firma ADOX, Javier Viqueira, que diseña, desarrolla y fabrica insumos, equipamiento y software innovador.

El titular de Adimra, Orlando Castellani, mostró la importancia de trabajar articuladamente con la cartera de Ciencia y la Agencia y dijo que la rama de la producción a la que representa cuenta con “una reactivación histórica en muchos sectores” y que está “incorporando mucha gente, muchas empresas”


foto CONICET

El titular de la firma ADOX y miembro de Adimra, Javier Viqueira, informó que esa asociación cuenta con “19 centros tecnológicos, que antes eran centros de servicios, y gracias al apoyo del Ministerio de Ciencia se están convirtiendo en herramientas de inversión directa”.

“Cuando se inició esta gestión y la pandemia empezó, el Gobierno puso todos sus instrumentos para defender el trabajo, y ya los resultados de esta política empiezan a impactar: de los 190 mil empleos que habían quedado en este sector, ya estamos en 210 mil, hemos crecido un 7 por ciento”, detalló Viqueira.

El plan que presentó este mediodía el Jefe de Estado comenzó a ejecutarse con la adjudicación de 6.000 millones de pesos a proyectos que se llevarán a cabo en instituciones científicas y Universidades de todo el país

También impulsará acciones destinadas a pymes e iniciativas tecnológicas que puedan brindar soluciones a los problemas estructurales de nuestro desarrollo social y económico.

Previo a comenzar el acto, el presidente Alberto Fernández recorrió las instalaciones de “Cero + Infinito”, un edificio de última generación destinado a fortalecer la ciencia y la investigación argentina.

La construcción posee 17.200 metros cuadrados y cuenta con un diseño sustentable y capacidad para alojar a más de 3.000 investigadores y estudiantes.

DISCURSO

Casa Rosada

inngeniar


domingo, 29 de diciembre de 2019

“Compromiso Argentino por el desarrollo y la solidaridad”


El Presidente firmó el Compromiso Argentino por el Desarrollo y la Solidaridad 
con organizaciones sindicales, sociales y empresariales

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, firmó junto a empresarios, representantes gremiales y de movimientos sociales, el denominado “Compromiso Argentino por el desarrollo y la solidaridad”, en el cual se insta llevar adelante "consensos de largo plazo, que vayan más allá de un período presidencial y que incluyan metas compartidas y posibles de alcanzar en distintas etapas."

El Presidente explicó que “la idea de este acuerdo, es empezar a lograr un diálogo franco para asumir los problemas que tenemos; toda la Argentina tiene problemas, está claro que algunos están más agobiados que otros, pero toda la Argentina tiene problemas”.

“Estamos en un país que lleva dos años consecutivos de caída del consumo y más de veinte meses de caída de la actividad industrial, y esto hay que revertirlo rápidamente, el modo es que los industriales inviertan, que la industria crezca, que podamos exportar, que de ese modo generemos trabajo, que la economía vuelva a moverse como todos soñamos, y la idea es que lo hagamos entre todos”, instó Fernández.

“Yo valoro mucho esta mesa porque en ella están sentados los actores de la Argentina, los que trabajan, los que invierten y producen y los que gobernamos.

Y así van a hacer los cuatro años que vienen, trabajando juntos y decisiones juntos”, afirmó el titular del Ejecutivo Nacional.

La agenda a llevar adelante, incluye entre otros temas prioritarios, un esquema de actualización de haberes jubilatorios y tarifas de servicios públicos, la creación de empleos de calidad, alentar la inversión productiva y las exportaciones de valor agregado, facilitar el acceso al crédito bancario para la vivienda y la producción, así como promoción de las Pymes.

Destaca también que la futura discusión en el seno del Parlamento del próximo Presupuesto Nacional, “constituye una primera oportunidad para que, en el marco de un adecuado análisis de costos y recursos, los acuerdos a los que se hayan arribado en las mesas de diálogo puedan convertirse en políticas públicas operativas y de inmediata implementación.”

El documento ya ha recibido el apoyo explícito de dos de las entidades que conforman la Mesa de Enlace: la Federación Agraria Argentina y de la CONINAGRO (Confederación Intercooperativa Agropecuaria).

Junto al primer mandatario, estuvieron presentes el Jefe de Gabinete Santiago Cafiero, los ministros del Interior, Eduardo de Pedro, el de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, Claudio Moroni, de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, y de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra.


A continuación, el listado de los firmantes del Compromiso Argentino 
por el desarrollo y la solidaridad:

Miguel Acevedo - Presidente Unión Industrial Argentina (UIA)

Carlos Acuña – Confederación General del Trabajo (CGT)

Sonia Alesso - Secretaria General Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA)

Luciano Alvarez – Movimiento Los Pibes

Alberto Alvarez Saavedra - Secretario de la Unión Industrial Argentina

Claudia Baigorria - Secretaria Adjunta de CTA Autónoma

Leo Bilanski - Asociación de Empresarios Nacionales para el Desarrollo Argentino

Matías Bohl – Federación Nacional Campesina

Nicolas Caropresi - Movimiento De Trabajadores Excluidos (MTE)

Esteban Castro – CTEP

Víctor Castro - Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio)

Daniel Catalano –ATE Capital

Armando Cavalieri - Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios

Diego Cifarelli – Federación Argentina de la Industria Molinera (FAIM)

Héctor Daer – CGT

Daniel Fenoglio - Asociación Argentina Productores de Porcinos (AAPP)

Ricardo Diab – CAME

Roberto Domenech - Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA)

Emilio Pérsico – Movimiento Evita

Juan Erdmann - Asociación de Semilleros Argentinos (ASA)

Carlos Feiguin -Cámara Argentina Fabricantes de Maquinaria Agrícola (CAFMA)

Marcelo Fernández –Confederación Empresaria de la República Argentina (CGERA)

Hugo Godoy - Secretario General de ATE

Edgardo Grundfeld - Federación de Cooperativas Federadas (FECOFE)

Gustavo Idigoras – Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara)

Adrián Kaufmann Brea – UIA

Lautaro Leveratto – MTE Rural

José Lingeri - Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias

Edgardo Llano – Asociación del Personal Aeronáutico

Pedro Enrique Mac Mullen – Rizobacter

Hipólito Madariaga – Frente Agrario Evita

Fredy Mariño – Corriente Clasista y Combativa (CCC)

Gerardo Martínez - UOCRA       

José Martins - Bolsa de Cereales de Buenos Aires

Alberto Morelli - MAIZAR (Asociación Maíz y Sorgo Argentino)

Hugo Moyano - Sindicato de Choferes de Camiones       

Eduardo Murua - Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas

Nahuel Levaggi - Unión Trabajadores de la Tierra

Gildo Onorato - Federación de Cooperativas Evita

José Oscari - Barrios de Pie

Sergio Palazzo - Asociación Bancaria           

Eleonora Pedot - MNCI Vía Campesina

Ricardo Piedro - CTA Autónoma         

Luciano Ravanetti     

Mario Ravettino - Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC)

Miguel Ángel Rodríguez - PyMI

Andrés Rodríguez - Unión Del Personal Civil de la Nación (UPCN)     

Christian Romo - La Dignidad

Dina Sánchez - Frente Popular Darío Santillán

Víctor Santa María - Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH) 

Silvia Saravia - Barrios de Pie

Luis Tendlarz - Consejo Empresario Brasil-Argentina (CEMBRAR)

Alejandro Jesús Vera, agrupación Martín Fierro

Gabriel Vienni - UIA

Pablo Villano - Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas (APYMEL)

Omar Viviani - Sindicato de Peones de Taxis

Hugo Yasky - CTA           

Luis Zubizarreta - Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (ACSOJA)



Texto del compromiso:

La Nación atraviesa una situación de grave fragilidad económica y social.

Necesitamos estar más unidos que nunca para enfrentarla y superarla.

Los abajo firmantes, el nuevo Gobierno y los representantes de los trabajadores, el empresariado y los movimientos sociales, asumimos el compromiso de trabajar juntos para abordar esta emergencia.

Sobre esa base, vamos a construir un conjunto de consensos para lograr un desarrollo inclusivo y sostenible.

Nos reúne una crisis que conlleva una oportunidad y un deseo compartido: volver a ser una Patria unida, capaz de acrecentar el bienestar de todas sus hijas e hijos sobre la base del trabajo, la inversión productiva y una justa distribución de la riqueza.

Vamos a construir una nación solidaria, desarrollada y justa.

Para lograrlo, suscribimos este compromiso solidario: empezar por ofrecer respuestas a los últimos para llegar a todos.

Y, a la vez, empezar por lo más urgente para luego poder juntos abocarnos a lo más importante.

Urgente es, en primer lugar, dar respuesta a la trágica deuda social con los argentinos y argentinas que sufren hambre y problemas de alimentación.

Nos comprometemos, ante el aumento abrupto de la pobreza, a contribuir con un esfuerzo extraordinario a la obligación moral de poner en la mesa de todas nuestras familias el pan que a ninguna le debería faltar.

En segundo lugar, esa urgencia se manifiesta en un endeudamiento público que, por su magnitud y la inmediatez de los compromisos de pago, exige a nuestro Gobierno un claro desafío.

La voluntad de pago requiere condiciones compatibles con la atención de la deuda social y el crecimiento de la economía, en el marco de una ética pública de las prioridades que ponga a la dignidad humana por encima de cualquier otro interés.

Sin ello, sería imposible cumplir con las obligaciones que asuma el país.

Reconocemos también la prioridad de la resolución sustentable de esa deuda pública.

Expresamos nuestra confianza y respaldo a la gestión que ante los acreedores privados y organismos internacionales realizará el nuevo gobierno argentino.

No será la mera negociación de una administración.

 Lograr una solución sustentable será la tarea colectiva de todo un país que reclama poner a la producción y al trabajo por encima de la especulación financiera y la fuga de capitales. 

Esa gestión será un pilar necesario, pero no suficiente, para comenzar a construir un Acuerdo Estratégico de Desarrollo Humano Integral, que permita la unidad nacional y el acceso a la población a derechos elementales como la tierra, el agua, el techo y el trabajo, más allá de las diversas posiciones.

Juntos, sin uniformidad ni unanimidad, pero sí con un fuerte compromiso colectivo, acordamos iniciar la construcción de un nuevo contrato ciudadano que nos permita avanzar hacia ese horizonte común.

Aceptamos el desafío de edificar consensos de largo plazo, que vayan más allá de un periodo presidencial, y que incluyan metas compartidas y posibles de alcanzar en distintas etapas.

Esos acuerdos serán un conjunto de instrumentos precisos, factibles y coordinados para el logro de metas definidas.

No se trata de un compendio de buenas intenciones, sino de logros y objetivos muy concretos.

Por ello, coincidimos en la necesidad de poner en marcha un Consejo Económico y Social, que procese esos acuerdos en debates multisectoriales e informados, con tiempos de maduración acordes a su complejidad. 

Nos comprometemos a ser parte de ese Consejo y sus diferentes ámbitos de trabajo y discusión, una vez que el Congreso debata y apruebe el proyecto que el Poder Ejecutivo le enviará para su creación.

Hay acuerdos que ya integran una agenda con proyectos y estudios sobre los cuales es posible y necesario avanzar hacia soluciones en plazos breves.

Hay casos en donde ya empresarios, sindicatos, movimientos sociales y otros actores han arribado a entendimientos sectoriales, que sólo exigen precisiones técnicas, así como un adecuado nivel de viabilidad jurídica y presupuestaria para su implementación.

Otros acuerdos requieren estudios de factibilidad avanzados y una arquitectura compleja.

Deben ser tratados con premura, pero también con la información rigurosa y el análisis profundo que exigen.

Coincidimos en que esa agenda debe incluir como temas prioritarios un esquema equitativo y sustentable de actualización de haberes jubilatorios y tarifas de los servicios públicos.

En ese sentido, somos conscientes del efecto devastador de la inflación sobre el salario, la inversión productiva y, en general, la tranquilidad de nuestros hogares.

El reordenamiento fiscal y monetario que el Estado se ha comprometido a llevar adelante se debe reforzar en su efectividad con el curso de conductas sectoriales responsables, en especial en lograr la estabilidad de precios.

Nos comprometemos a poner nuestros mayores esfuerzos en ese objetivo.

Nos comprometemos a trabajar en paralelo en el tratamiento de un conjunto de propuestas sectoriales que, a partir de la estabilización macroeconómica y social, puedan sentar las bases para un nuevo y extenso tiempo de crecimiento con inclusión.

Coincidimos en la importancia de crear más empleos de calidad y erradicar la precariedad, alentar la inversión productiva y las exportaciones de valor agregado, facilitar el acceso al crédito bancario para la vivienda y la producción, promover a las pequeñas y medianas empresas, mejorar la competitividad de la economía, alentar una integración  con el Mercosur y el mundo, vincular la ciencia con la creación de valor, enfrentar mejor los desafíos al empleo de la economía 4.0, fomentar el empleo joven, incrementar la participación de las mujeres, estimular a la economía popular y a la agricultura familiar, cuidar el medio ambiente y garantizar el acceso a salud, educación y el hábitat a los sectores más postergados.

Es nuestra vocación acercar nuestras propuestas prioritarias a las mesas de trabajo que convoque la Jefatura de Gabinete de Ministros, así como participar de toda instancia de diálogo y debate.

Cuando compartimos decisiones es relevante manifestarlo públicamente.

También podrá haber disensos y en una sociedad democrática madura existen mecanismos institucionales, establecidos por la Constitución, para resolver esta convivencia en la diferencia.

La formulación de acuerdos requerirá además el compromiso de todos los poderes del Estado.

Es crucial en este momento que, desde sus características institucionales, todos se sumen a este proceso de diálogo y generación de consensos.

Entendemos que la discusión parlamentaria del próximo Presupuesto Nacional constituye una primera oportunidad para que, en el marco de un adecuado análisis de costos y recursos, los acuerdos a los que se hayan arribado en las mesas de diálogo puedan convertirse en políticas públicas operativas y de inmediata implementación.

Nos comprometemos a hacerlo en un marco de respeto y máxima transparencia institucional.

Estamos convencidos y convencidas de que la Argentina debe asumir unida sus desafíos.

Superar las divisiones del pasado, para construir el futuro.

Juntos podemos atender mejor los desafíos más urgentes de la deuda social y la deuda pública.

Así, contribuiremos a construir el país desarrollado y justo que todos y todas nos merecemos.

casarosada


lunes, 4 de marzo de 2019

Datos al servicio del impacto en el desarrollo - por qué debemos invertir en las personas, los datos y las ideas


© Shutterstock

Los datos de alta calidad sobre el desarrollo son indispensables para el impacto en el desarrollo

Sabemos que los datos de alta calidad sobre el desarrollo sirven de base para la formulación de políticas importantes, la asignación eficiente de recursos y la prestación eficaz de servicios públicos.

Desafortunadamente, a pesar de que las nuevas tecnologías permiten generar una mayor cantidad de datos y usarlos de una manera más amplia, todavía hay muchos espacios en blanco en materia de datos en el mundo.

Un documento de mi colega Umar Serajuddin y otros autores publicado en 2015 describe este fenómeno como la “privación de datos”, (i) concluyendo que, hace unos pocos años, 77 países aún carecían de los datos necesarios para medir adecuadamente la pobreza.

Lo que es peor, con frecuencia los datos son más escasos en las zonas donde justamente se necesitan más.

Por un lado, la escasez de datos a nivel individual en materias como activos y consumo limita de manera grave nuestra capacidad de tomar decisiones para disminuir las disparidades de género.

De manera similar, pese a la urgencia de gestionar los riesgos climáticos, existen aún vacíos importantes en materia de datos climáticos, como por ejemplo los impactos en los recursos de agua dulce.

La educación, la salud, la seguridad alimentaria y la infraestructura son solo algunos de los numerosos ámbitos en los que se necesitan más y mejores datos para lograr avances.

Entonces, ¿qué se debe hacer?

De cara al futuro, propongo tres prioridades en el ámbito de los datos, que estamos tratando de poner en práctica.

Necesitamos enfocarnos tanto en los fundamentos como en la frontera

Si bien comparto el entusiasmo mundial sobre la última brillante iniciativa en materia de datos (¡Shiny!), estoy convencida de que los componentes fundamentales de los datos sobre el desarrollo —registro civil y estadísticas vitales, otros datos administrativos, encuestas de hogares— siempre serán un componente crítico de la manera en que trabajamos para mejorar la vida de las personas en todo el mundo.

Sin embargo, también hay un gran potencial derivado de las nuevas tecnologías y las nuevas fuentes de datos que no existían antes, y que nos pueden ayudar a ahorrar tiempo, aumentar la precisión, y entender y gestionar nuestro mundo de nuevas maneras.

Por eso, para mí, el real entusiasmo se debe relacionar con la integración de fuentes de datos tradicionales, como las encuestas de hogares, con fuentes de datos nuevas e innovadoras, como las imágenes satelitales, y los datos geoespaciales, de dispositivos móviles y de redes sociales.

Esto nos obliga a ampliar la frontera aumentando nuestra propia experiencia en nuevos tipos de datos, mejorando el análisis de datos como el aprendizaje automático y aprovechando la colaboración con el sector privado, y manteniendo al mismo tiempo nuestro enfoque en el desarrollo de capacidad en los países clientes para promover la generación de datos de alta calidad en el sector público.

Necesitamos equilibrar la abundancia de datos con la protección de los datos

Mucho ha cambiado en el mundo de los datos desde que el Banco Mundial ofreció libre acceso a sus datos hace casi una década.

Desde la puesta en marcha de nuestra iniciativa Datos de libre acceso en 2010, se ha observado un gran aumento tanto en la cantidad de indicadores que ponemos a disposición como en el uso de nuestros datos en el mundo.

Tampoco nos conformamos con dormirnos en nuestros laureles en este ámbito: abrimos nuestros análisis compartiendo nuestros códigos y algoritmos para alcanzar nuestro objetivo final de generar conocimientos abiertos al servicio del impacto en el desarrollo.

Pero creo en un mundo donde la abundancia de datos va de la mano con una gestión eficaz de los datos, lo que incluye la protección adecuada de los datos personales.

La privacidad de los datos está en la mente de todos en estos días, y por una buena razón.

Es fundamental que frenemos el lado oscuro del uso indebido de los datos y garanticemos que los datos sirvan a un propósito social más elevado. (i)

En este momento, el mundo necesita con urgencia una gestión de los datos basada en un conjunto de valores universalmente reconocidos, lo que demandará un proceso político para reunir a las empresas privadas y el sector tecnológico con expertos legales y el sector público.

Por eso celebro el anuncio del primer ministro japonés, Shinzo Abe, de incluir la gestión mundial de datos como una prioridad clave en los próximos debates del Grupo de los Veinte (G-20) (i) que tendrán lugar este año.

Por mi parte, estoy trabajando para promover una gestión eficaz de los datos en el Banco en mi calidad de copresidenta del Consejo de Datos sobre el Desarrollo (DDC, por su sigla en inglés), junto con Carolina Sánchez, mi contraparte del Departamento de Prácticas Mundiales de Reducción de la Pobreza.

A través del DDC, trabajamos con altos directivos y equipos técnicos en todo el Banco para coordinar nuestra visión colectiva, las prioridades y las actividades relativas a los datos.

Necesitamos recopilar datos desde la explotación agrícola hasta la mesa

En nuestro trabajo, nos gusta decir que recopilamos datos desde la explotación agrícola hasta la mesa.

En lo que concierne a la explotación agrícola, se anunció recientemente la puesta en marcha de la Iniciativa 50 x 2030 para acabar con el hambre ,(i) que permitirá a mis colegas visitar explotaciones agrícolas en 50 países de ingreso mediano y de ingreso bajo para apoyar a las oficinas nacionales de estadística y los ministerios en la recopilación de mejores datos agrícolas con el objetivo de eliminar el hambre en todo el mundo a más tardar en 2030.

En lo que concierne a la mesa, nuestros científicos de datos, estadísticos y economistas hacen que los datos sean accesibles y procesables transformándolos en tablas y visualizaciones atractivas, como se observa en el Atlas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de 2018, (pdf) que se puede reproducir completamente.

En otras palabras, trabajamos con datos a lo largo de todos los aspectos de la cadena de valor de los datos sobre el desarrollo, desde la recopilación a la gestión, la organización, el análisis y el uso.

Y cuando se trata del uso de los datos, no nos detengamos en las tablas estadísticas; asegurémonos de que los datos mejoren la vida de las personas en sus mesas.

Para lograrlo, debemos apoyar la alfabetización en materia de datos e invertir en la capacidad de las personas en todo el mundo para transformar los datos en políticas que realmente tengan impactos importantes en la vida de la gente.

Poner en práctica nuestras prioridades: invertir en los datos, las personas y las ideas

Para poner en práctica estas prioridades, debemos comprometernos a financiar de manera integral las iniciativas en materia de datos.

Necesitamos invertir en los países en cada paso del proceso, desde mejorar sus métodos a recopilar mejores datos, anonimizar y organizar la información, y aumentar sus capacidades de uso y análisis de los datos para generar un impacto real en el desarrollo.

Debemos estar preparados para trabajar con las Naciones Unidas y otros donantes a fin de acelerar los avances en este ámbito complementando la inversión nacional con financiamiento sostenible a través de mayores inversiones de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) y nuevos servicios de fondos fiduciarios.

También tenemos que garantizar que nuestros expertos en estadística y científicos de datos tengan el apoyo para llevar a la institución hacia las fronteras de los datos del futuro y alentar a los equipos a integrar usos nuevos y creativos de los datos en nuestra labor operativa.

Me gustaría que nuestros científicos de datos lleguen a ser los conectores entre la tecnología de datos y aplicaciones importantes para el impacto en el desarrollo.

Por último, debemos invertir en ideas innovadoras para apoyar mejor a los países y crear bienes públicos mundiales, siendo pioneros en nuevas aplicaciones de tecnologías de datos que nos ayuden a monitorear y lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Por ejemplo, la plataforma Global Nightlights, (i) puesta en marcha recientemente, nos permite identificar el acceso a la electricidad hasta el nivel de asentamiento en 30 países, mientras que nuestro Centro de datos sobre el desarrollo (i) es la primera ventanilla única del Banco Mundial para encontrar, gestionar y usar datos que favorezcan el impacto en el desarrollo.

ENVIADO POR HAISHAN FU
blogs.worldbank.org/


domingo, 18 de noviembre de 2018

Proponen llamar innovadores a ciertos países en desarrollo


Hay países en desarrollo con más actitud proactiva que otros para abordar enfermedades o epidemias usando investigación. Crédito de la imagen: Pixnio.

De un vistazo

- Los países en desarrollo innovador usan la investigación para combatir enfermedades

- Epidemia de ébola en África fue enfrentada principalmente con ayuda exterior

- Conocimiento científico y tecnológico brasileño fue clave para enfrentar zika


Dividir el mundo en países desarrollados y en vías de desarrollo es una clasificación superada, afirman investigadores en un estudio publicado por PLOS Neglected Tropical Diseases el 12 de julio.

Señalan que muchos países en desarrollo están invirtiendo en investigación e innovación, por lo que abogan por usar el término países en desarrollo innovador (IDC por sus siglas en inglés).

“Un país en desarrollo innovador puede pasar de una situación de simple receptor de ayuda exterior a una actitud proactiva al enfrentar una situación que implica la necesidad de utilizar el conocimiento científico y tecnológico, por ejemplo, para combatir una epidemia”, explica a SciDev.Net Alexandre Guimarães Vasconcellos, uno de los autores del estudio y quien además es investigador en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Brasil).

Alexandre Guimarães Vasconcellos

Propuesto inicialmente en el 2005 por Carlos Morel y otros colaboradores en un artículo publicado por Science, el concepto desplazó la suposición de que los países en desarrollo no innovan.

Originalmente definido a partir de una clasificación global de los 25 primeros países según una métrica basada en el número de patentes registradas en Estados Unidos por el producto interno bruto (PIB) per cápita, un IDC era un país clasificado que el Banco Mundial no consideraba como una economía de altos ingresos.

Ahora, Alexandre Vasconcellos, Carlos Morel y Bruna Fonseca revisaron las métricas.

A pesar de que los Estados Unidos aún son un país clave para las aplicaciones de patentes, los autores consideraron que usar las aplicaciones internacionales de patentes (conocidas como PCT) agregaría más información.

“Por ejemplo, China ha estado patentando de modo masivo, pero no se refleja en las patentes registradas en Estados Unidos”, dice Vasconcellos.

“Un país en desarrollo innovador puede pasar de una situación de simple receptor de ayuda exterior a una actitud proactiva al enfrentar una situación que implica la necesidad de utilizar el conocimiento científico y tecnológico, por ejemplo, para combatir una epidemia”.
Alexandre Guimarães Vasconcellos

Además, en las métricas reemplazaron el PIB por el ingreso nacional bruto (INB), que mide todos los ingresos de los residentes y negocios de un país, sin importar dónde se producen; esto es, mide el total del ingreso recibido, basado en la propiedad, enfocado en el ingreso generado por ciudadanos, y representa la fuerza económica de los ciudadanos nacionales.

Con las nuevas métricas, Estados Unidos perdió el primer lugar del ranking de los 25 países más innovadores, siendo reemplazado por China, que tiene un creciente papel en la innovación.

Otros países en desarrollo aparecen en el ranking: India (posición 4), Brasil (15), África del Sur (17), México (22), Malasia (23) y Kenia (25).

Con fines comparativos, en The Global Innovation Index 2018 lanzado el 10 de julio, China ocupa la posición 17; Malasia, 35; México, 56; Sudáfrica, 58; Brasil, 64 y Kenia, 78.

Con el fin de tener más evidencia que apoye su propuesta, los investigadores también analizaron publicaciones científicas en revistas internacionales de autores de los diez países más innovadores, para examinar su contribución global a los problemas de salud pública.

Los investigadores revisaron publicaciones científicas que se enfocaran por lo menos en una de las 17 Enfermedades Tropicales Desatendidas (ETD) registradas por la Organización Mundial de la Salud,  usadas como una representación del enfoque del país en las 93 cargas comunes de salud de los países IDC.

Encontraron que los IDC sí priorizan las ETD como un área de investigación. Brasil fue el segundo país que publicó más artículos relacionados con ETD, después de Estados Unidos.



Los investigadores también averiguaron el papel de los IDC en dos importantes emergencias de salud pública entre 2012 y 2016: los brotes de ébola en África occidental y del zika en Sudamérica.

Carlos Morel, coordinador del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología para la Innovación en Enfermedades Desatendidas en la Fundación Oswaldo Cruz (Brasil), señala que la primera epidemia de ébola golpeó a los países no innovadores, países en desarrollo casi todos sin bases tecnológicas, con una pobre estructura médica y hospitalaria.

Al contrario, la epidemia de zika alcanzó a Brasil, que cuenta con una red de instituciones médicas, hospitalarias y científicas nada despreciables.

“Mientras que la epidemia del ébola tenía que ser tratada y contenida principalmente con ayuda externa, la epidemia del zika fue cuidada casi enteramente, por lo menos al principio, por autoridades de salud e investigadores brasileños”, indica a SciDev.Net.





Cada nodo representa un país; dos países estaban conectados si sus investigadores eran coautores de un documento. 
Los colores rojos indican la mayoría de los países principales y el grosor de los enlaces refleja su frecuencia de colaboración. 
Los colores azules más oscuros indican los países innovadores de acuerdo con el ranking de innovación propuesto en el estudio. (Crédito: Vasconcellos, Fonseca y Morel, 2018).


Para entender las diferentes maneras en las que los países en desarrollo enfrentaron las epidemias, los investigadores se fijaron en las redes nacionales de coautorías, basadas en artículos publicados durante el pico de cada epidemia.

El análisis de las redes demostró el importante papel de la infraestructura y del personal de los IDC para la prevención y control de esta epidemia.



“Miramos la colaboración de un solo país con otro porque al colaborar más, el país tiene más acceso a diferentes bases de conocimiento y esto permite tener un mayor potencial en innovación que un país que no colabora con ningún otro”, explicó a SciDev.Net Bruna de Paula Fonseca e Fonseca, investigadora en la Fundación Oswaldo Cruz.

Mark Kessel, presidente de la Fundación para Nuevos Diagnósticos en Innovación (Suiza) dijo a SciDev.Net que la relevancia del artículo obedece a diversos factores.

“Las inversiones de capital en la economía mundial se producen en muchos casos donde los inversores perciben que hay un entorno innovador; por lo tanto, el alcance de las solicitudes de patente es un indicador de innovación”.

Según Kessel, al abordar asuntos de salud mundial, como el zika y el ébola —mencionados por los autores— también es probable que se destinen fondos de la cooperación gubernamental y privada cuando existe la creencia de que esos países pueden ser una fuente innovadora para tratar esas enfermedades.

“Crear una manera de describir mejor a los países innovadores más importantes debe proporcionar una manera más precisa de invertir los fondos”, indicó.

El concepto de países en desarrollo innovador se diseñó en 2004 durante una sesión de lluvias de ideas sobre “Innovación en Países en Desarrollo” en la conferencia del Centro Bellagio de la Fundación Rockefeller.

El entonces director asociado para Equidad en Salud de esta fundación, Charles Gardner, quien fue coautor del artículo de Morel y otros en 2005 en Science, cree que este estudio realiza una importante contribución a la salud global.

“[Casi] quince años después del encuentro fundamental en Bellagio, muchos líderes globales de salud e inversores de investigación de salud aún siguen estancados en paradigmas viejos y paternalistas que involucran ‘inventar soluciones aquí para dárselas a las personas pobres de allá’, lo cual significa que a menudo perdemos oportunidades de aliarnos con los IDC en el mismo nivel, como pares”, subraya Gardner, quien ahora es director de Ciencia y Tecnología en Salud de la Fundación para un Mundo Sin Humo (EE.UU.).

Y afirma: “personalmente creo, basándome en 25 años de experiencia trabajando con investigadores de África, Asia, Medio Oriente y América Latina, que las innovaciones más relevantes tienden a surgir de investigadores y expertos que realmente viven donde está el problema”.

Enlace al estudio en PLOS Neglected Tropical Diseases

Por: Luisa Massarani

SciDev


viernes, 4 de mayo de 2018

Consumo de alimentos - Los cambios implicarán el desarrollo de productos innovadores para los próximos años



Bajo el lema "Sos PyME de alimentos, podés ser parte del supermercado del mundo", el Ministerio de Agroindustria de la Nación inició el Programa Nacional de Capacitación para mejorar la competitividad exportadora de las pymes alimentarias.

Durante la apertura del seminario, "Nuevas tendencias de consumo de alimentos en el mundo" que contó con la participación de más de 120 pymes, la directora Nacional de Alimentos y Bebidas, Mercedes Nimo afirmó que "tenemos que posicionar los alimentos argentinos en el mundo, diversificando la matriz exportadora, y para eso necesitamos que más pymes exporten".

El seminario, llevado a cabo por la Secretaría de Alimentos y Bioeconomía y la Agencia Argentina de Inversiones y Comercio Internacional (AAICI) tuvo por objeto asesorar a empresarios de PyMEs alimentarias.

Los puntos centrales analizados durante la jornada abordaron la necesidad de entender al nuevo consumidor, principalmente los millennials, que cuentan con valores distintos a la hora de consumir y seleccionar un producto.

Honestidad, especificidad y simpleza, fueron algunos de los ejes planteados para producir un alimento y transmitir un mensaje.



El producto en sí mismo cada vez tiene menor impacto a la hora de decidir la compra, los intangibles son los que reciben la mayor valoración: productos éticos, amigables con el medio ambiente, que cuenten con beneficios para la salud, con aportes al bienestar o los alimentos funcionales como un gran motor de crecimiento en el consumo.

Tampoco se dejó de lado el deleite, como otro punto importante a tener en cuenta pero mediante porciones más pequeñas que permitan lograr dietas más equilibradas.

Una de las frases utilizadas por los disertantes fue ¨el pasado es el futuro¨, así perciben los nuevos consumidores los productos a adquirir, por eso existe hoy una tendencia en las etiquetas a volver hacia el pasado, de contar historias a través de un packaging y poder así referenciar al consumidor (trazabilidad vinculados con procesos e historias de vida)

Claramente nos encontramos en un punto de inflexión en materia de producción, consumo y comercio de alimentos y las empresas deberán apelar a la creatividad, innovación y sobre todos sistemas de gestión de calidad y ambientales para poder presentar a los consumidores el trabajo realizado desde el campo a la góndola.



El evento realizado en la sede de la cartera agroindustrial nacional, también se transmitió por streaming, desde donde fue visto por más de 280 personas en todo el país.

Participaron el gerente de Agroalimentos de AAICI, Patricio Pizzoglio; el director para América Latina de Innova Market Insights, Jorge Sarasqueta; el director de Diseño Ejecutivo de Tridimage, Hernán Braberman; el responsable del grupo de Investigación, Desarrollo e Innovación del Centro de Agro alimentos de INTI, Gabriela Laura Gallardo.

También se hicieron presentes funcionarios del INTA, del Ministerio de producción además de entidades empresarias como COPALFAIM, Federcitrus y representantes de PyMEs alimentarias de todo el país.

La próxima actividad del Programa será el 15 de mayo con la presentación del Programa Exporta Simple.

Agroindustria



martes, 12 de diciembre de 2017

Un encuentro para pensar el futuro agroindustrial


Balvín, Mentaberry y Levi Yeyati en la apertura del encuentro.

Con expertos y actores involucrados, se debatieron los desafíos que se presentan a futuro para el sector agropecuario y agroindustrial.

Organizado por  el Programa Argentina 2030 de la Jefatura de Gabinete de Ministros, junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, se llevó a cabo la jornada “Agro 2030: innovación para el desarrollo”.

La apertura contó con la presencia del coordinador Ejecutivo del Gabinete Científico Tecnológico (GACTEC), Alejandro Mentaberry.

“Hoy el planeta está enfrentando grandes demandas que provienen de la matriz energética, del cambio climático, y a éstos grandes problemas debemos enfrentarlos con grandes soluciones”, expresó Mentaberry durante el inicio del encuentro.

Destacó, en esta línea, la importancia de pensar a largo plazo para poder definir el destino del país y de trabajar en la diversificación:

“Tenemos que empezar a integrar redes de cadenas de valor, pensar de otra forma las economías regionales, y en la sustentabilidad”.

Lo acompañaron en la apertura Juan Balbín, presidente del INTA, quien se demostró motivado por los desafíos que se presentan a futuro en relación a la tecnología y el cambio climático; y Eduardo Levy Yeyati, director del Programa Argentina 2030, quien haciendo referencia al programa afirmó:

“Argentina 2030 quiere inspirar una visión de futuro para entender que podemos ser mucho más de lo que creemos que podemos ser.

Queremos pensar una Argentina hacia adelante que inspire las políticas necesarias a implementar en ese futuro”.

El primer panel se dedicó a analizar la agricultura y la agroindustria en función de la innovación productiva y el desarrollo económico.

“El agro está condenado, a nivel mundial, a ser un sector de origen tecnológico”, afirmó Roberto Bisang, investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la Universidad de Buenos Aires y consejero Presidencial del Programa Argentina 2030.

Además, se refirió a las posibilidades de la estructura productiva argentina y del potencial de la bioeconomía para sumar eficiencia en la matriz productiva.

También participaron de la mesa María Beatriz Giraudo, coordinadora de Políticas para el Desarrollo Sustentable y Plan Belgrano; Santiago del Solar, jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria, quien se remarcó las grandes oportunidades; y Fernando Andrade, investigador de la EEA Balcarce del INTA, quien se refirió a los desafíos que presenta el cambio climático:

“Tenemos que satisfacer futuras demandas pero también reducir el impacto ambiental”, aseguró.

La jornada continuó con un panel sobre los desafíos hacia adelante; una mesa sobre el futuro de los institutos públicos de innovación; y una conferencia de cierre a cargo del periodista y economista Sebastián Campanario titulada “El futuro en tiempo real”.

MINCyT


miércoles, 29 de noviembre de 2017

Conferencia "Innovación y Conocimiento para el Desarrollo"



Se ha alcanzado la capacidad máxima de la sala.


sábado, 17 de junio de 2017

La innovación, las políticas públicas y su rol en el desarrollo productivo


La doctora Primi junto al ministro de Ciencia de la Nación, Lino Barañao en el C3

La prestigiosa economista Annalisa Primi repasó los porqués vinculados a la necesidad de más y mejores innovaciones que tienen las sociedades contemporáneas y cuáles son los claroscuros en tales dinámicas.

El encuentro titulado “Tendencias globales de las Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación”, organizado por el Ministerio de Ciencia de la Nación (MINCYT) en el Centro Cultural de la Ciencia (C3), contó con la participación de la titular de la Unidad de Políticas Estructurales e Innovación del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Annalisa Primi.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del ministro Lino Barañao, quien destacó las cualidades intelectuales de Primi, tanto como su trayectoria académica y profesional, que incluye la publicación de trabajos junto con el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.

A su turno, Primi señaló que las economías globales demandan más y mejor innovación debido a los cambios en la geografía del comercio, la automación y las nuevas tecnologías.

En ese sentido, expresó: “Al diseñar políticas en un contexto de economías digitales e interconectadas, se debe atender a cómo materializar oportunidades y mitigar riesgos.



Para ello, resulta vital comprender que la innovación no es algo aislado, muy lejano de la sociedad, sino que es el corazón del desarrollo de los países en un escenario mundial turbulento”.

“Existe la tendencia hacia una mayor interconexión de las economías, con elementos muy positivos como cadenas globales de valor, nuevas formas de aprendizaje y de cooperación, pero también hay grandes zonas de exclusión observables en datos más refinados”, puntualizó la especialista.

Y agregó: “Porque si bien hay mayores niveles de participación de los países emergentes en el comercio mundial, el valor asociado a esos países se vincula con las materias primas, por lo que sigue siendo muy bajo”.

En cuanto a las inversiones en ciencia y tecnología, Primi consideró que “la tarea para el desarrollo en los países emergentes es doble, porque la inversión pública es fundamental para apalancar la inversión privada.

Lo que se emparenta con los incentivos o estímulos para que las empresas apuesten e inviertan en investigación y desarrollo, aun cuando la rentabilidad es mucho más rápida en otras áreas que no implican los esfuerzos de la innovación”.

Más adelante, la expositora lanzó el interrogante:

¿Cómo la automación y las nuevas industrias van a influir en la generación de riqueza?

O, en otras palabras, ¿la renta provendrá del proceso manufacturero o del conocimiento detrás de las tecnologías digitales?

“Esto lo tenemos que prever ya que habrá cambios en la productividad; por ejemplo, sabemos que en las empresas más grandes el incremento de procesos automatizados podrá elevar las ganancias a niveles muy altos.

Entonces, si el objetivo es el incremento de la productividad, las políticas tienen que ser capaces de dialogar bajo una economía automatizada, con sus puntos a favor y en contra”, asestó Primi.



La experta enfatizó la creciente relevancia de las políticas públicas, porque los desafíos hoy en día no sólo apelan por más productividad, sino también por más y mejor empleo, al igual que por más productos sustentables.

De ese modo, planteó: “¿A qué tipo de innovaciones queremos apoyar?

Si la respuesta es la innovación científico-tecnológica, no podemos perder de vista al diseño o a la urbanización.

Estos conocimientos no son pilares aislados o contrapuestos, sino que deben trabajar de manera integrada para responder a una complejidad mucho mayor, que implica la formación de soluciones”.

Por último, Primi se explayó en torno a los riesgos asociados con las nuevas dinámicas y cómo las políticas deben ayudar a mitigarlos.

Así, identificó una marcada tendencia hacia la concentración y a la desaparición de los trabajos rutinarios y de baja calificación.

Además, indicó que aumentará la velocidad con que aparecen y desaparecen las ventanas de oportunidad para las economías regionales en un contexto internacional signado por reacomodamientos geopolíticos.

Analissa Primi se graduó en la Escuela de Negocios y Economía de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), posee una maestría en Cooperación Internacional y Desarrollo Económico de la Universidad de Pavía (Italia), y cuenta con una licenciatura en Instituciones y Mercados Financieros en la Universidad Tor Vergata de Roma (Italia).

En la actualidad, se desempeña como titular de la Unidad de Políticas Estructurales e Innovación y coordina la Iniciativa de Diálogo de Políticas sobre Cadenas Globales de Valor, Transformación Productiva y Desarrollo en la OCDE.


La doctora Primi junto al ministro de Ciencia de la Nación, Lino Barañao en el C3

Hasta 2009, participó como economista asociada en la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), en Santiago de Chile.

El trabajo de Primi indaga la relación entre la innovación, la transformación productiva y el desarrollo, con particular énfasis en el papel del Estado respecto a los sectores industriales, científicos, tecnológicos, de innovación y propiedad intelectual en economías emergentes.

Además, cuenta con amplia experiencia en la asistencia técnica, diseño e implementación de políticas en tales campos, a los cuales les ha dedicado una profusa cantidad de publicaciones institucionales y académicas.

MINCyT