sábado, 17 de junio de 2017

La innovación, las políticas públicas y su rol en el desarrollo productivo


La doctora Primi junto al ministro de Ciencia de la Nación, Lino Barañao en el C3

La prestigiosa economista Annalisa Primi repasó los porqués vinculados a la necesidad de más y mejores innovaciones que tienen las sociedades contemporáneas y cuáles son los claroscuros en tales dinámicas.

El encuentro titulado “Tendencias globales de las Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación”, organizado por el Ministerio de Ciencia de la Nación (MINCYT) en el Centro Cultural de la Ciencia (C3), contó con la participación de la titular de la Unidad de Políticas Estructurales e Innovación del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Annalisa Primi.

Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del ministro Lino Barañao, quien destacó las cualidades intelectuales de Primi, tanto como su trayectoria académica y profesional, que incluye la publicación de trabajos junto con el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz.

A su turno, Primi señaló que las economías globales demandan más y mejor innovación debido a los cambios en la geografía del comercio, la automación y las nuevas tecnologías.

En ese sentido, expresó: “Al diseñar políticas en un contexto de economías digitales e interconectadas, se debe atender a cómo materializar oportunidades y mitigar riesgos.



Para ello, resulta vital comprender que la innovación no es algo aislado, muy lejano de la sociedad, sino que es el corazón del desarrollo de los países en un escenario mundial turbulento”.

“Existe la tendencia hacia una mayor interconexión de las economías, con elementos muy positivos como cadenas globales de valor, nuevas formas de aprendizaje y de cooperación, pero también hay grandes zonas de exclusión observables en datos más refinados”, puntualizó la especialista.

Y agregó: “Porque si bien hay mayores niveles de participación de los países emergentes en el comercio mundial, el valor asociado a esos países se vincula con las materias primas, por lo que sigue siendo muy bajo”.

En cuanto a las inversiones en ciencia y tecnología, Primi consideró que “la tarea para el desarrollo en los países emergentes es doble, porque la inversión pública es fundamental para apalancar la inversión privada.

Lo que se emparenta con los incentivos o estímulos para que las empresas apuesten e inviertan en investigación y desarrollo, aun cuando la rentabilidad es mucho más rápida en otras áreas que no implican los esfuerzos de la innovación”.

Más adelante, la expositora lanzó el interrogante:

¿Cómo la automación y las nuevas industrias van a influir en la generación de riqueza?

O, en otras palabras, ¿la renta provendrá del proceso manufacturero o del conocimiento detrás de las tecnologías digitales?

“Esto lo tenemos que prever ya que habrá cambios en la productividad; por ejemplo, sabemos que en las empresas más grandes el incremento de procesos automatizados podrá elevar las ganancias a niveles muy altos.

Entonces, si el objetivo es el incremento de la productividad, las políticas tienen que ser capaces de dialogar bajo una economía automatizada, con sus puntos a favor y en contra”, asestó Primi.



La experta enfatizó la creciente relevancia de las políticas públicas, porque los desafíos hoy en día no sólo apelan por más productividad, sino también por más y mejor empleo, al igual que por más productos sustentables.

De ese modo, planteó: “¿A qué tipo de innovaciones queremos apoyar?

Si la respuesta es la innovación científico-tecnológica, no podemos perder de vista al diseño o a la urbanización.

Estos conocimientos no son pilares aislados o contrapuestos, sino que deben trabajar de manera integrada para responder a una complejidad mucho mayor, que implica la formación de soluciones”.

Por último, Primi se explayó en torno a los riesgos asociados con las nuevas dinámicas y cómo las políticas deben ayudar a mitigarlos.

Así, identificó una marcada tendencia hacia la concentración y a la desaparición de los trabajos rutinarios y de baja calificación.

Además, indicó que aumentará la velocidad con que aparecen y desaparecen las ventanas de oportunidad para las economías regionales en un contexto internacional signado por reacomodamientos geopolíticos.

Analissa Primi se graduó en la Escuela de Negocios y Economía de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), posee una maestría en Cooperación Internacional y Desarrollo Económico de la Universidad de Pavía (Italia), y cuenta con una licenciatura en Instituciones y Mercados Financieros en la Universidad Tor Vergata de Roma (Italia).

En la actualidad, se desempeña como titular de la Unidad de Políticas Estructurales e Innovación y coordina la Iniciativa de Diálogo de Políticas sobre Cadenas Globales de Valor, Transformación Productiva y Desarrollo en la OCDE.


La doctora Primi junto al ministro de Ciencia de la Nación, Lino Barañao en el C3

Hasta 2009, participó como economista asociada en la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), en Santiago de Chile.

El trabajo de Primi indaga la relación entre la innovación, la transformación productiva y el desarrollo, con particular énfasis en el papel del Estado respecto a los sectores industriales, científicos, tecnológicos, de innovación y propiedad intelectual en economías emergentes.

Además, cuenta con amplia experiencia en la asistencia técnica, diseño e implementación de políticas en tales campos, a los cuales les ha dedicado una profusa cantidad de publicaciones institucionales y académicas.

MINCyT